RECORTES BRUTALES

Estamos a mediados de diciembre de 2012, y los famosos recortes, sobretodo en el apartado de sanidad, empiezan a hacer estragos. Y como siempre, los más perjudicados son los que menos tienen. Parece como si de un tiempo a esta parte, se hubieran emperrado en que los trabajadores, sí o sí, paguen todos los abusos, robos, desfalcos, corrupciones y corruptelas que han cometido masivamente unos señores que ahí están, con la cara bien alta, a pesar de haber robado a manos llenas y ahora hacernos pagar a nosotros, y con unas grandes tijeras en alto, dispuestas a seguir recortando, de los más pobres, claro.
Y lo que más me asusta es que no se le ve el final, y las previsiones son de nuevos y más drásticos recortes este próximo año.
Ya empieza a haber gente que no pueden pagar el coste de sus medicamentos. Algunos enfermos crónicos, han tenido que optar por dejar de medicarse y esperar a que les llegue la hora de su muerte, abandonados por las instituciones, pisoteados sus derechos a una vida digna.
Se han eliminado muchos cuidadores a domicilio, se han rebajado drásticamente las pensiones y las ayudas a enfermos dependientes, las ayudas de todo tipo por familiar dependiente a cargo, por hijos minusválidos, por servicios especiales, por sillas de ruedas, prótesis de todo tipo, etc, etc...
Estas personas que han dejado de tomar medicamentos, han tenido que elegir entre comer y pagar lo que se pueda de gastos de la casa, o los medicamentos. En estos casos, generalmente se elige comer...
Y no acaba aquí la cosa. El próximo año, los enfermos crónicos que necesiten transporte sanitario para rehabilitación o tratamiento habitual, tendrán que pagar parte de lo que cuesta la ambulancia.
He intentado ponerme en el lugar de estas personas y... Fráncamente, no puedo. No puedo hacerme a la idea de cómo viven, mejor dicho cómo malviven, y mucho menos puedo imaginar qué será de sus vidas a partir de ahora.
Hay casos que son escalofriantes. Y creo que no nos paramos a pensarlo lo suficiente, sólo cuando nos llega la hora a nosotros y nos toca rascarnos el bolsillo.
Imaginemos que formamos parte de una família de cinco miembros: tú y tu pareja, dos hijos menores y el padre de ella.
Nos quedamos sin trabajo, con una prestación por desempleo tan escasa que no cubre ni los gastos de la casa, los hijos van a cole y el padre de ella cobra sólo la pensión contributiva.
 Nuestra prestación se acaba, y no se encuentra trabajo. El padre de ella, o nuestra pareja, o nuestro hijo, son enfermos crónicos, con una dependencia del 60 ó 70% y al que hay que cuidar las 24 horas del día, y ahora nos han quitado a aquel asistente que nos ayudaba unas horas al día...
Hay que pagar los gastos de la casa, la comida y los medicamentos y muchas cosas más.
Imaginemos que el padre de ella cobra 420€. Tú has agotado las prestaciones y tu pareja llega a ingresar, trapicheando, unos... 200€... Total 620€
Ahora decidme, con el corazón en la mano, ¿Quién de vosotros es capaz de vivir con este dinero? Pagar casa, comida, medicamentos y otras cosas... Con dos hijos menores, un anciano, sin trabajo, sin ingresos, y dándote la espalda todos aquellos para los que trabajaste tanto tiempo y cuyos bolsillos se han llenado y que nadie sabe dónde se han llevado nuestro dinero...
Yo no puedo ni llegar a imaginarlo.
Ni en la peor de mis pesadillas puedo imaginar de qué manera se puede seguir viviendo así.
La pregunta es ¿Hasta cuando, aguantaremos esos brutales recortes?
La verdad es que me estremezco solo de pensar que hay ancianos que se alimentan de sopas de pan y algún día un poco de leche.
Niños, que la única comida decente con que llenan su estómago, es la del comedor del colegio. Al menos mientras les subvencionen este comedor escolar...
La decisión es bien clara. Si dejamos de tomar medicinas, podemos vivir aun una buena temporada.
Pero si dejamos de comer, nos morimos en pocos días...