PRESENTACIÓN DEL BLOG

Saludos a tod@s!
¿Qué vais a encontrar en este blog? De todo un poco.
Críticas, denuncias, mi día a día, curiosidades, reflexiones...
Pero sobretodo, mi voz.


jueves, 13 de diciembre de 2012

NAVIDAD LOW-COST - Noche-vieja

Se acerca una de las noches más emblemáticas del año. Noche-vieja, junto a la Verbena de San Juan y tal vez alguna más, son noches de fiesta obligada. Pero... Para celebrar cualquiera de estos eventos, ¿Hace falta dejarse la mitad del presupuesto del mes en una cena espectáculo que ni siquiera nos garantiza que lo pasemos bien?
¡Claro que no!
Así pues, planear la Noche-vieja no tendría que ser ningún problema...
Pero eso sólo en teoría, claro. Porque en cuanto empezamos a mirar precios de salas de fiesta o de restaurantes para cenar con baile y fiesta hasta el amanecer, nos quedamos helados. Y esto no es todo, porque si planeamos salir a cenar y a bailar fuera de casa la Noche-vieja, habrá que pasar primero por la peluquería, actualizar la ropa y tal vez comprar un vestido de fiesta nuevo(No puede ser que año tras año y en todos los eventos arrastremos el mismo vestido...) Y... de paso, los zapatos, el bolso y los complementos a juego, una buena colonia(mejor un perfume...), tal vez incluso el abrigo...
¿Nos podemos permitir todo eso? Yo no.
Y lo peor llega cuando alguno de tus amigos dice aquello de "para ir a ese sitio tan cutre, mejor nos quedamos en casa. Por un día que salimos...."
Empezamos a mirar otros restaurantes, esos que ponen manteles de tela en las mesas(no de papel), te sirven cazuela o parrillada de pescado fresco(que luego compruebas que de fresco sólo por haber estado en la nevera. ¡anda que no se nota!), y te aseguran música y diversión en vivo hasta el amanecer(aunque tú ya sabes que habrá un par de músicos que cantan como los monos aulladores cantando "el patio de mi casa", y que pasada la una ya te morirás de aburrimiento)...  Y para rematar todo este despropósito, al final de la noche, cuando piensas que ya nada puede salir peor, al traerte la cuenta te das cuenta de que sí, siempre queda algo... Y es que te sacuden un palo, que te dejan la cartera temblando y la tarjeta más seca que el Sahara... Pero... Este no era el precio...
Claro, faltaba el IVA, y los cafés, y las copas(que no fueron pocas)...
Pero claro, como dijo tu amigo, por un día que se sale, no vais a regatear... Pero los precios son desorbitados, y tal y como están las cosas, nuestro presupuesto no nos permite un gasto como ese.
¿Entonces? ¿Qué hacemos? ¿Nos quedamos en casa, a las doce contamos las campanadas en cualquier cadena de televisión con un racimo de uvas baratas, y nos tragamos uno de esos programas de televisión que te hacen saltar las lágrimas, pero no de alegría precisamente...?
Tampoco hace falta. Podemos divertirnos. Y mucho.
Recuerdo cuando yo era chica. En aquellos tiempos no se salía de fiesta. Al menos la gente de mi entorno.
Recuerdo que todos los años nos reuníamos en alguna de nuestras casa y montábamos unas fiestas que harían palidecer de envidia fiesta de alto copete.
Solíamos juntarnos cuatro o cinco parejas con todos los hijos. Un montón de gente.
Para que no cargara con todo el trabajo uno solo, cada familia traía algo preparado para comer. Pero nada de cosas pijas. Todo comida consistente. Tortillas de patatas, pan y embutidos para hacer bocatas, queso, algo de carne empanada(si lo permitía el presupuesto de alguna de las familias), patatas cocidas, legumbres...
Y para beber, vino. Generalmente del que producía mi padre.
Cenábamos, hablábamos, reíamos, bailábamos y nos divertíamos como locos.
En zapatillas bien cómodas y calientes, con ropa de estar por casa, sin pensar en comportarse correctamente en la mesa, y con libertad para reír, cantar y disfrutar mientras el cuerpo aguantara.
Luego, si había demasiado sueño(o demasiado vino en el cuerpo), unas mantas frente a la chimenea(o la estufa), y a dormir la mona...
Esto era diversión. Y barata.
No hacía falta ropa de etiqueta, ni peluquería, ni pagar por una cena y un baile de una más que dudosa calidad. Y todo eso sin poder desmadrarse(No queda bonito hacerlo en una fiesta de esas...)
¡Qué recuerdos!
Y yo pregunto... ¿No podríamos volver a recurrir a aquellas fiestas?
Si no queremos, o no podemos celebrarla en una casa particular, siempre podemos recurrir a alquilar un local, o una casa, o lo que sea para esos dos o tres días que necesitamos.
Así que, ánimo y a divertirse!!!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario