PRESENTACIÓN DEL BLOG

Saludos a tod@s!
¿Qué vais a encontrar en este blog? De todo un poco.
Críticas, denuncias, mi día a día, curiosidades, reflexiones...
Pero sobretodo, mi voz.


domingo, 16 de diciembre de 2012

AHORRAR EN NAVIDAD

Navidad es sinónimo de gasto y consumo desenfrenado. En apenas un par de semanas somos capaces de gastar todo lo que hemos ahorrado durante meses.


Hacemos unas comidas muy copiosas, cargadas de grasas, de azúcares y con una cantidad de calorías tal que, cuando pasan las fiestas casi siempre hemos ganado cuatro o cinco kilos...
Pero lo peor de todo es que no regateamos frente a nada. ¡Como es Navidad...! Pues fijémonos que, precisamente en estos días, es cuando ciertos alimentos están más caros. Lo mismo sucede con los restaurantes, el ocio, y montones de cosas más que, en muchos casos podríamos suprimir. O cambiar.
Vamos a ver. ¿A qué nos obliga la Navidad? ¿A derrochar y gastar lo que no tenemos? Creo que no.
Para mi, la Navidad es símbolo de reuniones familiares, encuentros con personas que hace tiempo no vemos, comidas o cenas en casa, con la familia. Son unos días para limar asperezas, perdonar y gozar del calor de la familia. Es una tradición que se ha seguido durante muchísimos años y que en el fondo esperamos siempre con ilusión. Y para los creyentes, es la celebración del nacimiento de Jesús.
Estamos pasando por una profunda crisis que nos impide tirar la casa por la ventana, como tal vez hicimos en años anteriores. Pero eso no significa que no podamos celebrar la Navidad como siempre se ha celebrado, o que no podamos decorar la casa como Dios manda, o que se suprima la tradición de los regalos.
Podemos celebrar la Navidad como siempre, reuniendo a toda la familia, con toda la casa decorada con esos entrañables motivos navideños, con comidas sorprendentes y con regalos para todos.
¿Sin pasarnos de presupuesto?
¡Pues claro! Y os aseguro que se puede.
Os voy a dar unos consejos e ideas que tal vez os puedan servir de ayuda para, más que ahorrar, no gastar tanto en Navidad.



1 - En la decoración. Este año no se va a renovar nada. Si algo está muy deteriorado o muy visto, se


eliminará. Podemos confeccionar algunos adornos nosotros mismos. Con imaginación y cualquier cosa que tengamos a mano en casa. Papel de colores, cintas, piñas secas naturales, spray de colores... Si hay niños es aconsejable que ellos también colaboren.

2 - Cena de Nochebuena. Para esta cena, tradicionalmente familiar, podemos recurrir al típico caldo de Navidad. Y no hace falta utilizar grandes cantidades de carne, podemos elaborar un buen caldo con unos buenos huesos variados y verduras variadas. Luego, con el caldo, una deliciosa sopa. Y tampoco hace falta poner más cosas. Es una cena, y las cenas no tienen porque llenarnos la panza de tal modo que no podamos ni respirar. Además, estos días siempre se pone algo dulce de postre. El secreto está en calcular para que no falte comida, pero que tampoco sobre...

3 - Comida de Navidad. ¡Esta si que es complicada!


¡Nooo! ¿Porqué tiene que ser complicada? Los complicados somos nosotros. ¿Qué podemos poner? Cualquier cosa menos lo que estáis pensando. Sé que estáis pensando en un asado, marisco, pescados caros, carnes caras, caprichos que sólo os permitís en estas fechas... Pero... ¿Quién nos dice que tiene que ser así?
Veamos.¿Cual es la esencia de la Navidad? Yo diría que el amor y la humildad. Jesús nació en un pesebre. ¿Hay cosa más humilde que esta? Entonces, ¿porqué nos empeñamos en celebrarlo por todo lo alto, si es todo lo contrario de la esencia de esta celebración? Si usamos el sentido común, nos daremos cuenta de que, para esta celebración, como para otras cualquiera, o para reunir a nuestros seres queridos alrededor de una mesa, no hace falta que pongamos caviar. (Que por cierto, a mí ni me gusta)
Pongamos un plato de comida, así de sencillo. No importa lo que sea. Unas lentejas, un pollo al horno (pero no hace falta que sea un pollo especial, con uno normal, de granja, como todos los que compramos, ya nos apañamos), unos macarrones. Y no os pongáis las manos en la cabeza, porque no, no me he vuelto loca. O... ¿Tal vez vais a ser más felices por comeros una langosta en lugar de un muslo de pollo? ¿La familia va a estar menos unida, si no ponéis ricos manjares? Yo sinceramente pienso que no.

4 - Los regalos.

Otro agujero negro que devora lo poco que nos queda por gastar. Y es que regalamos sin ton ni son, sin pensar en, a quién va destinado el regalo, y qué le puede ir bien a esa persona. Objetos de adorno(que no tienen ninguna utilidad), Ocio(sin saber siquiera qué le gusta hacer a esa persona), lujos innecesarios(perfumes caros, joyas o cosas que posiblemente no se van a utilizar)...
Para no salirnos del presupuesto, hay que pensar en cosas que le sean necesarias a la persona a la que se va a hacer el regalo. Zapatillas, guantes, un pijama, una camisa, o cualquier cosa que realmente pueda necesitar. también se puede optar por un libro, si realmente lo desea, un pequeño electrodoméstico...

5 - Noche-vieja. ¡Aja! ¿Qué hacemos este año en esta fiesta tan emblemática?

Pues pasarlo bien, claro. Pero no necesitamos tirar el dinero en restaurantes, menús, fiestas y bailes que ni por asomo valen lo que nos quieren hacer pagar.
 Lo que en realidad pagamos es el lujo, los camareros y cocineros trabajan esta noche para que los que, los que puedan pagar esas barbaridades de dinero, sean servidos y coman tranquilamente. Pagamos a los músicos, que aunque parezcan monos aulladores, están ahí, en lugar de estar con sus familias. En fin, pagamos un lujo que nos podríamos ahorrar...
Podemos organizar una fiesta en nuestra casa o en la de cualquiera de nuestros amigos o familiares que pensaban acudir. Sin complicaciones. Una cena sencilla, incluso con un pica-pica nos apañamos. Música de bote, no necesitamos a la Filarmónica de Berlín... Y... ¡A divertirse!!!    



6 - Peluquería, belleza, maquillaje... ¿Para qué? Lo más adecuado sería ir a la peluquería un par de semanas antes de las Fiestas. los precios no son tan elevados. Y... ¿Es necesario un peinado super fashion, un maquillaje de estrella de cine, o unos perfumes carísimos? Personalmente, creo que no.

7 - Otras comidas. Un par de domingos, San Esteban en algunas Comunidades Autónomas, el día  1 de enero... Ya estamos con lo mismo. ¿Qué ponemos estos días? ¿Con qué sorprendemos a nuestros invitados? ¿Un pica-pica de mariscos? ¿Un asado de avestruz? ¿Un atún pescado en el Atlántico Norte relleno de camarones de ralla roja pescados en el ser de Cádiz? No seamos lelos y, aprovechemos bien lo que nos sobra de unas comidas para hacer canelones o empanadillas. Hagamos comidas sencillas, simples y fáciles. Que la cocinera no tenga que pasarse horas y horas en la cocina para que, en cinco minutos. En fin, usar el sentido común.

8 - Otras salidas. Lo cierto es que durante estos días se suele salir mucho. Se va al cine, al teatro, se sale de copas, de fiesta... Y...¿Tiene que ser durante estos días, cuando todo suele estar un poco más caro?



9 - Lotería. Esta bien jugar a la lotería, pero... ¿Es necesario que compremos todos los números que se nos pongan por delante? Si, ya sé que cuantos más números llevemos, más posibilidades tenemos... Pero pensad que, lo que no juguemos, es lo que realmente ganaremos.

10 - Otros gastos. Siempre salen otros gastos. Comidas o cenas de empresa. ¿Tenemos que celebrarlas en restaurantes que nos cobran un ojo de la cara? ¿No sería lo mismo, con un menú más ajustado? El árbol, el belén, adornos para toda la casa, mantelerías de hilo, la vajilla de Navidad, comidas, turrones, bebidas alcohólicas, un jamón...Creo que se puede prescindir de casi todo. O al menos cambiarlo y adaptarlo a nuestra particular economía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario