¿SER CATALÁN O ESPAÑOL?

Menudo revuelo se ha levantado con esto de las nacionalidades, el independentismo y el sentirse español o catalán.
Ha llegado un punto en que, si me preguntan qué soy yo, de verdad que no se qué contestar.
El primer dilema que se me plantea es: ¿Qué es ser catalán? ¿O ser español?
He buscado en los diccionarios ambas definiciones y he encontrado las siguientes:
-Catalán: De Cataluña o relativo a esta comunidad autónoma española.
-Español: de España o relativo a este país europeo.
Yo nací en Cataluña, por tanto soy catalana. Pero, si tenemos en cuenta que Cataluña, al menos en estos momentos, es una comunidad autónoma de España, también soy española.
Otra cosa muy diferente son los sentimientos. ¿Me siento catalana o española?
Otro dilema. Porque, ¿qué es sentirse catalán o sentirse español?
Vamos a analizarlo.
La tierra. En Cataluña tenemos unas tierras fantásticas. Tenemos imponentes montañas, grandes ríos, valles impresionantes, costas preciosas, playas paradisíacas... Tenemos zonas de alta montaña, con sus lagos, nieves en invierno, estaciones de esquí, preciosos pueblos de alta montaña... También tenemos una gran variedad de costas, con hermosas playas de fina arena y unas calas de tornasoladas aguas que harían palidecer de envidia a los más exóticos rincones del planeta. Y como no, llanuras interminables, montes y montañas de todas las alturas, ríos de aguas bravas, ríos tranquilos, cuevas, grutas... Creo que en Cataluña tenemos un poco de todo. Y reconozco que todos los rincones son fantásticos. Vaya donde vaya me emociono profundamente y le doy gracias a Dios por tanta belleza.
Los productos. También en esto tenemos una gran variedad, tanto en producción agrícola y ganadera como en flora y fauna salvaje. Muchos de los productos de nuestras huertas o de nuestros frutales gozan de Denominación de Origen, al igual que las carnes y los elaborados. Su calidad es indiscutible y hacen las delicias de los más sibaritas.
Tenemos industrias propias, pesca, grandes investigadores, escritores, pintores, músicos...
Cultura y tradiciones. Cataluña goza de una gran cultura, enriquecida por tradiciones muy ligadas a nuestra particular manera de ser. Una larga historia, en la que han destacado grandes personas en todos los ámbitos, una lengua propia(que en no pocas ocasiones se ha intentado erradicar, por fortuna sin éxito), y una manera de ser muy típica de los habitantes de esta comunidad autónoma y de algunos otros territorios que, por cuestiones políticas, a pesar de tener una historia y unos orígenes comunes, en estos momentos forman parte de otros países.
Gentes. ¿Que decir de las personas que pueblan todo el territorio catalán? Pues que hay de todo, como en la Viña del Señor... Gente maravillosa, gente buena y gente mala, listos, tontos, ilustres personajes, ignorantes, espabilados... ¡Como en todas partes!
Y... ¿Qué encontramos fuera de Cataluña? Si yo no hubiera salido de Cataluña, tal vez sería incapaz de contestar esa pregunta, pero... He recorrido España de punta a punta, he viajado por Madeira, Méjico, Perú y China.
Y... ¿A que no sabéis qué he visto en todos estos sitios? Pues más o menos lo mismo que tenemos en Cataluña. Tierras preciosas, buenos productos, culturas y tradiciones algunas de ellas milenarias y, como no, gente de toda clase.
Entonces... ¿Qué diferencia hay entre ser catalán o español? O peruano, o chino, o francés o inglés...
Supongo que alguien me dirá que debemos proteger nuestras raíces...
¿Raices?
Raices. Bajo el subsuelo de mi tierra, a mis raíces les sucede lo que a los árboles de un denso bosque: se alargan y se enredan con todas las de los árboles que tiene a su alrededor formando un tupido manto donde se mezclan las unas con las otras hasta el punto de no poder distinguir unas de otras.
Soy hija de madre catalana, aunque el apellido que me legó, Serra, es de origen judío.
Mi padre era de un pequeño pueblo de Murcia, del que emigró huyendo de la miseria y la hambruna de la pos-guerra.
Me casé con un andaluz, de cerca de Cádiz. Toda su familia son andaluces.
La familia del marido de una de mis hijas también es andaluza.
Uno de mis mejores amigos era gallego.
Tengo amigos de Aragón, de Valencia, de Madrid, de Argentina...

Lejos de disiparse mi confusión, ha sucedido que más se han liado mis ideas y solo me queda exponer mi punto de vista al respecto.

Por nacimiento soy catalana, a la vez que española. Aunque... me gusta mucho más definirme a mí misma como ciudadana del mundo, puesto que nací en él.
Respeto absolutamente a todo el mundo, a todas las creencias e ideologías y maneras de pensar. Siempre y cuando me respeten a mi.
No niego que hay que proteger las lenguas autóctonas, las tradiciones, la historia, la cultura... y todo lo asociado a un determinado territorio.
Pero yo prefiero sencillamente compartir. Compartir en la libertad de elegir en todo momento en qué idioma me quiero expresar, qué música quiero escuchar, qué quiero comer, como quiero vivir... Y dónde.
En mis muchos viajes, siempre me obsesionó la idea de ver cómo era físicamente una frontera. Pero a la hora de pasar de un territorio a otro, no hallé diferencia alguna entre un lado y el otro de una frontera que alguien había decidido que debía ser allí, y no en otro sitio... El mismo sol me sonreía, el mismo cielo me cubría, la misma tierra me sostenía...
Pero, en ciertas zonas del planeta, estar en un lado puede significar la vida y estar en el otro la muerte.
No sé, pero pienso que demasiada gente, hombres, mujeres, niños y ancianos, han muerto a lo largo de la historia por culpa de los nacionalismos.
Y NO QUIERO OFENDER A NADIE.
Sólo es una reflexión y una opinión mía, muy personal.
Ya os lo dije.
SOY UN BICHO RARO!!