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sábado, 17 de noviembre de 2012

¿QUÉ PASA CON CORREOS? - RESPUESTA

Hoy hago esta entrada en un intento de aclarar algunos puntos sobre el trabajo del cartero que parece ser que la gente desconoce.
En primer lugar, decir que los carteros también nos equivocamos y cometemos errores, como todo el mundo. Somos personas.
En segundo lugar, conocemos muy bien nuestras obligaciones y hacemos todo lo que podemos, a veces más de lo que nos toca, para ofrecer un servicio satisfactorio, hacer llegar lo antes posible aquella carta o paquete que sabemos están esperando, satisfacer las peculiaridades de cada cliente en cuanto a "déjame las cartas en tal o cual sitio, como no tengo buzón..." o "me llega el correo con señas insuficientes, pero el cartero ya me conoce..." y muchas cosas más.
Debo decir también que, como en todas partes, podríamos encontrar alguna excepción. Pero por regla general, todos somos grandes profesionales y hacemos nuestro trabajo con gran sentido de la responsabilidad. 
Todo esto viene a cuento del siguiente escrito que ha llegado a mis manos. Es una "Carta al Director", publicada en EL PAÍS, el día 16 de noviembre de 2012.

¿QUÉ PASA CON CORREOS?
Me gustaría saber, si alguien puede explicar, que está pasando con los carteros de este país. ¿Qué ocurre con Correos? No entregan ni las cartas certificadas ni los paquetes que están obligados a entregar. En mi caso perdí algo que era muy importante porque el cartero se negó a entregarme la carta. Cuando le vi, días mas tarde, hablé con él y se burló de mí. Primero dijo que yo no estaba en casa, cosa que no era verdad; después, riéndose a carcajadas, me amenazó ante mis vecinos con no volver a echar ninguna carta en mi buzón, dijo que las tiraría por ahí y yo tendría que buscarme la vida. Y que en Correos hacían caso omiso a las reclamaciones, cosa que he podido comprobar, por desgracia.
Desde entonces no recibo correo y he vuelto a tener problemas por otro certificado que no llegó a mi casa, ni siquiera llegó el aviso. Al personarme ante el jefe de reparto, me dice no tener competencia para hacer nada, y que lo único que puede hacer es pedir al cartero que no vuelva a portarse así. Ante esto, me pregunto: ¿yo tengo que rezar para que me llegue una carta?
En un país en el que todos tenemos problemas para conseguir un trabajo o conservarlo, con EREs, despidos, recortes, etc., tenemos carteros más poderosos que un rey. Incumplen su trabajo que consiste en, precisamente, entregar correo; hablan mal a las personas, las ofenden y amenazan. Nadie le puede hacer nada, cuando al resto de los ciudadanos nos despiden por mucho menos. Yo no entiendo nada. 
Eva Peña.

Podéis ver la noticia siguiendo este enlace:


Ni que decir tiene que cuando lo leí me sentó muy mal. No sé quien es Eva Peña, ni conozco sus motivos para escribir una cosa así. Pero estoy convencida de que es todo falso.
Para empezar no se informa de la población ni del momento en que sucedió el supuesto hecho, cosa que impide contrastarlo para comprobar su autenticidad. 
Esta señora afirma que en Correos hacen caso omiso a las reclamaciones, cosa del todo falsa, puesto que cuando hay una reclamación o una queja, Correos abre una investigación del asunto y procede según corresponda. 
Es del todo falso que los carteros seamos más poderosos que un rey, que incumplamos nuestro trabajo o que insultemos, amenacemos o faltemos al respeto a los clientes. Tanto los carteros como los envíos estamos muy controlados. Sobretodo los envíos certificados, que van controlados a través de un programa informático que permite saber en todo momento donde está cada envío y que impide que esta clase de envíos se retrasen en su entrega. Los carteros no podemos retenerlos en la cartería, puesto que el sistema informático avisa al centro de control de la Jefatura Provincial del incidente y este se resuelve en seguida.
Los carteros que no cumplen con su obligación o infringen las normas, son sancionados. Prueba de ello es que hace pocos días, un cartero de Lloret de Mar, funcionario, ha sido suspendido por entregar mal un certificado.
Claro que, como en todas partes, puede haber excepciones. Constantemente se hacen contratos por suplencias en caso de bajas, vacaciones, jubilaciones, etc, y no es descartable que esta señora se hubiera encontrado con un cartero suplente algo... "malaje". Pero por descontado que, si se hubiera quejado a su jefe, se hubiera advertido al cartero, y de haber persistido el problema, al menos en el grado que afirma ella, se podría haber llegado a destituir al cartero.






2 comentarios:

  1. Anónimo19:20

    Puede que esa persona si tuviera algún problema con el servicio de correos, como bien dices tú, siempre hay alguna excepción, pero dudo que llegase al grado que ella expone y menos que el jefe del cartero le dijera que no puede hacer nada al respecto. Para algo están los jefes, ¿no?

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  2. Exacto. Problemas, puede haber siempre. Pero siempre se intentan solucionar. Y si el problema radicase en el cartero, también se puede solucionar. Correos es una empresa muy bien estructurada y en la que los reglamentos están para cumplirlos. Y la buena imagen, personal y de la empresa, las buenas maneras y la satisfacción del cliente, son el principal objetivo.

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