Toda mi vida sospeché que en la versión de la historia de la Humanidad que se nos contaba, algo no encajaba.
Hasta que decidí ver, observar y estudiar por mí misma estos claros vestigios de un pasado que parece perderse en las brumas de un tiempo muy remoto.
El viaje que hice a Perú, y otro anterior a Méjico, me dieron la oportunidad de juzgar por mí misma una realidad que, según pude apreciar, era muy diferente de lo que me habían hecho creer...
Las conclusiones, opiniones y deducciones de este y otros artículos que voy a seguir publicando, son el resultado de muchas horas de estudio, y de muchas comprobaciones in situ que me han hecho comprender que debemos abrir los ojos y la mente a estas evidencias.
Hasta que decidí ver, observar y estudiar por mí misma estos claros vestigios de un pasado que parece perderse en las brumas de un tiempo muy remoto.
El viaje que hice a Perú, y otro anterior a Méjico, me dieron la oportunidad de juzgar por mí misma una realidad que, según pude apreciar, era muy diferente de lo que me habían hecho creer...
Las conclusiones, opiniones y deducciones de este y otros artículos que voy a seguir publicando, son el resultado de muchas horas de estudio, y de muchas comprobaciones in situ que me han hecho comprender que debemos abrir los ojos y la mente a estas evidencias.
El mismo viaje en el que tuve el privilegio de sobrevolar las Líneas de Nazca, en Perú, me llevó a visitar el recinto arqueológico de Sacsayhuaman.
Sacsayhuaman se encuentra situado a unos 3 km de la ciudad de
Cusco y a unos 200 metros de altura sobre ella, sobre
la parte alta de una montaña y abarca algo más de 3.000 hectáreas. Es otra obra
ciclópea de la arquitectura incaica. Al menos esto es lo que nos han hecho creer hasta ahora.
Tal vez esta sea la más asombrosa, monumental y de mayores dimensiones de todas las construcciones.
Lo primero que llama la atención al llegar es su grandiosidad.
Tal vez esta sea la más asombrosa, monumental y de mayores dimensiones de todas las construcciones.
Lo primero que llama la atención al llegar es su grandiosidad.
Vista parcial del conjunto.Podemos comparar el tamaño de las piedras con las personas.
A pesar de que de sus antiguas construcciones solo quedan las ruinas, no pasa desapercibido el hecho de que en su momento debió de albergar algún tipo de construcción imponente, de proporciones casi inimaginables. Y no solo por las desmesuradas dimensiones de algunas de las piedras que se utilizaron en su construcción, sino también por la enorme extensión de terreno que ocupa.
Esta es una preciosa vista aérea del conjunto. En ella se puede apreciar su grandiosidad. Para hacernos un idea, sólo hay que tener en cuenta que, esa especie de "sierra", que hay en la parte superior, es la muralla exterior, la de la foto anterior y que está construida con las piedras más grandes...
Los arqueólogos, científicos e investigadores no se ponen de acuerdo en cuanto a su antigüedad, cómo se construyó y para qué fin. Al quedar sólo la piedra y no haber rastros de materia orgánica, no se puede datar por el carbono 14. Sólo se pueden utilizar las crónicas( nada fiables, por cierto ), los restos de cerámica o utensilios hallados en tumbas o por los alrededores( cosa que no certifica que los que dejaron estos restos fueran sus constructores. Pudieron encontrarlos ya construidos ), y poca cosa más.
La
teoría más aceptada por los arqueólogos, es que Sacsayhuaman se construyó durante el imperio
incaico. Dicho imperio floreció en la zona andina entre los siglos XV y XVI. O sea, entre 1.400 y la época de la conquista española.
Según
diversos escritos de los cronistas oficiales, para construir esta monumental
fortaleza se tardaron entre 60 y 75 años, se empleó la fuerza de los brazos de
entre 20.000 mil a 30.000 hombres, y se finalizó en 1508, por lo que tuvo que iniciarse sobre 1.440
Pero
el cronista Garcilaso de la Vega nació en 1530 y vivió a la sombra de sus
muros. Por lógica tendría que haber visto todo el complejo en todo su esplendor, y haber conocido a alguien que hubiera participado
en los momentos finales de la construcción del recinto. Incluso, dado la gran
cantidad de hombres que tomaron parte, algún familiar… En cambio jamás supo
informar de forma precisa cómo se construyó.
Curioso… Estas incertezas son las que me hacen dudar de la veracidad de los datos que nos proporcionan los arqueólogos y los investigadores.
Como
curiosas, mejor dicho, asombrosas, son también las proporciones de algunas de las
piedras que forman parte de la construcción.
Recuerdo
que se me cortó el aliento cuando entré y me fui acercando a aquellas paredes y
las descomunales piedras que se habían utilizado para su construcción.
A
pesar de que yo ya conocía un poco de antemano las características de este
complejo, debo reconocer que, por unos segundos me vi transportada a una realidad que no parecía de este mundo.
Me sentí fascinada por la grandiosidad de sus piedras. Las más grandes pesan
casi 200 toneladas. 9 metros de alto, 5 de ancho y 4 de espesor…
El tamaño de algunas de estas piedras es sencillamente demoledor.
Como os podéis figurar, ante estas medidas, lo primero que me vino a la cabeza es ¿cómo se supone que aquella gente manejó esas… “piedrecitas”? No había animales grandes de tiro en aquella zona( sólo las llamas y similares), no conocían la rueda, ni los metales, ni ninguna tecnología… La cantera de donde se extrajeron algunas de aquellas moles estaba a unos 35 km de distancia… Tuvieron que extraerlas, transportarlas, pulirlas y encajarlas con las demás con una precisión pasmosa. ¿Cómo? ¿Levantándolas a pulso y encajándolas las unas con las otras de forma milimétrica?
El tamaño de algunas de estas piedras es sencillamente demoledor.
Como os podéis figurar, ante estas medidas, lo primero que me vino a la cabeza es ¿cómo se supone que aquella gente manejó esas… “piedrecitas”? No había animales grandes de tiro en aquella zona( sólo las llamas y similares), no conocían la rueda, ni los metales, ni ninguna tecnología… La cantera de donde se extrajeron algunas de aquellas moles estaba a unos 35 km de distancia… Tuvieron que extraerlas, transportarlas, pulirlas y encajarlas con las demás con una precisión pasmosa. ¿Cómo? ¿Levantándolas a pulso y encajándolas las unas con las otras de forma milimétrica?
Porqué
este es otro tema. La precisión con que fueron encajadas.
A
pesar de que ninguna de esas piedras tiene forma regular, de que muchas de
ellas tienen un perímetro con más de doce ángulos y que la mayoría pesa varias
toneladas, los ajustes son perfectos. En ningún punto de sus juntas se puede
introducir ni un cuchillo, ni una tarjeta ni nada de nada.
¿Cómo consiguieron estas uniones tan perfectas?
Me acerqué y estuve un buen rato examinando el conjunto, las piedras y la precisión de su construcción. En seguida me di cuenta de que todo lo que me habían comentado sobre este conjunto de ruinas, era del todo cierto.
Y
aún hay más. Algo me habían comentado sobre unas posibles técnicas de moldeado
y vitrificación de las piedras, algo que yo siempre había descartado por
demasiado rebuscado y rocambolesco, pero cuando me fijé en las juntas de las construcciones,
me di cuenta de que, por fuerza, para llegar a esos resultados se tuvo que
emplear alguna técnica muy especial.
Y
esto se puede apreciar porque casi todas las piedras empleadas en la construcción
de este recinto( y en muchos otros de la zona ), poseen estas características.
-En
todas las piedras el aspecto de haber sido fundidas es obvio i visible si sabemos qué hay que ver.
-La
capa de vitrificación está presente en toda la superficie en forma de fina película.
-La
reflexión de la luz en su superficie es muy fuerte.
-La
superficie de las piedras es muy lisa en todas sus partes, imposible de pulir
con tal precisión en las piedras con muchos ángulos.
-Por
la cantidad de obras realizadas y las piedras que se hubieran tenido que pulir,
está claro que esta técnica, el pulido, no es posible porque emplea
demasiado tiempo.
-Muchas
de estas piedras son magnéticas, por lo que algo muy especial se hizo con
ellas.
-El
color de las piedras tratadas es diferente del de las no tratadas.
-Vemos
ajustes perfectos, con ángulos y aristas en los bloques inferiores que, al
colocar los enormes bloques superiores encima se habrían roto.
Fijaros en que, una pequeña parte del bloque inferior se introduce en la junta de los dos bloques superiores. ¿Alguna explicación para eso? ¿Y para las piedras que se curvan en las esquinas?
Y luego están las rocas sagradas, como los altares o lugares para ofrendas, que su aspecto es como queso o mantequilla cortada, con acabados perfectos y esquinas redondeadas.
Esta técnica de la vitrificación, así como la de un posible ablandamiento de las rocas, no es aceptada por todos los científicos. Algunos las rechazan de pleno. Yo también las había desechado, sin pararme a observar por mí misma y luego decidir. Pero tuve la suerte de ver en persona esas rocas, esas juntas y esas características... Las observé detenidamente, y pude darme cuenta de que no era tan descabellado pensar que podían haber sido manipuladas de algún modo.
¿Vitrificación de las rocas? ¿Ablandamiento de la piedra? ¿Un disparate? Realmente no lo sé. Lo único que puedo decir es que, en aquellos muros, en aquellas piedras, en todo su conjunto se pone de manifiesto que encierran una técnica de construcción de la que se ha perdido todo rastro y que en estos momentos no somos capaces de descifrar.
Sacsayhaman
está formada por tres muros concéntricos, a modo de murallas, en los que se encuentran las piedras más grandes. Por los restos que se pueden apreciar, en el recinto
interior debieron de existir al menos tres torres, dos rectangulares y una redonda
que custodiaban una o varias dependencias centrales. Según las crónicas, este
lugar albergó depósitos de agua, de grano y de diferentes alimentos. Pero esto
solo son especulaciones. De hecho, nadie puede afirmar con seguridad quién, cuando,
como y para qué se construyó. Y también es posible que hubiera sido ocupado por diferentes culturas en diferentes épocas.
Estas
ruinas y otras que se encuentran en los alrededores de Cusco y del valle del rio
Urubamba, son muy parecidas entre sí, pero en nada comparables a ninguna de las construcciones megalíticas
conocidas del mundo antiguo. La perfección en los encajes entre las piedras aun
a pesar de su tamaño, la misma técnica de construcción, las mismas evidencias de manipulación, no hay adornos, ni inscripciones. Nada que pueda aportar
un rayo de luz a las tinieblas de tanto mistério….
Otro
enigma sin resolver, muy común en todos los restos arqueológicos de la zona, es imaginar cómo lo hicieron para arrastrar,
subir, y encajar aquellas enormes piedras.
La
cantera de las piedras principales, las andesitas, está a 35 km de la zona de
construcción. Hay que cortarlas, extraerlas, arrastrarlas 35 km, cortarla con la
forma precisa para que encaja con las que ya se tienen puestas, izarlas y
encajarlas.
El
misterio volvía a estar servido.
Empecé a caminar por entre aquellas piedras. Era
imposible reconocer qué clase de edificación podía haber sido aquello.
Realmente no sé cómo los arqueólogos e investigadores pueden elaborar sus teorías con los pocos detalles que
tienen. Además, enseguida me di cuenta de que incluso las crónicas aceptadas
como muy fiables y auténticas, eran absolutamente increíbles. Al menos así me
lo parecieron a mí una vez escuchados los relatos del guía.
- El Inca Garcilaso nos dejó una crónica bastante
exacta de su construcción – nos dijo el guía – Según estas crónicas, la
construcción de este complejo duró más de 70 años y en la obra trabajaron más
de 20.000 indios.
Impresionante. Más de 20.000 personas trabajando
durante más de 70 años...
Cieza de León aun puntualiza algunos datos con más
exactitud.
Según él, 4.000 de estos indios trabajaban en las
canteras. 6.000 se dedicaban a transportar las piedras desde las canteras hasta
el lugar de la construcción mediante cuerdas reforzadas con cobre y del grosor
de una pierna humana y los 10.000 indios restantes, estaban en la zona da la
obra, cortando y ensamblando los bloques al milímetro para construir los
edificios.
¿Puede alguien explicarme cómo se pueden arrastrar estas "piedrecitas" a lo largo de más de 30 km?
Por un momento dejé de escuchar al guía y me pasé un buen rato contemplando aquellos restos y los imponentes monolitos. Mi mente trataba desesperadamente de imaginar las explicaciones del guía. Pero no pude. De ninguna manera pude imaginar a 10.000 hombres, armados solamente con martillos de piedra y bronce, picando y encajando piedras sin parar durante más de 70 años. Aquello me parecía una barbaridad. Además, ¿Cómo se suponen que las arrastraban desde las lejanas canteras? ¡Ah, claro! Todos parecen coincidir que mediante rodillos de madera, con cuerdas y parece ser que a base de mucha fuerza bruta. Pero… ¿Y la madera? ¿De dónde la sacaban, si por allí casi no hay árboles?
Aquello está a 3.700 metros de altitud, apenas hay árboles, y cuesta mucho respirar por la falta de oxígeno...
Un grupo de arqueólogos pareció hallar la solución.
-Los rodillos no eran de madera, eran rodillos de
granito… ¡Como si no tuvieran bastante trabajo puliendo las enormes piedras, para que encima tuvieran que tallar y pulir un montón de rodillos de granito!
Sigamos
pensando. Tengamos en cuenta que aquella no fue la única obra de estas
características que se llevó a cabo en aquella época. Sólo en Cusco se edificaron
templos y recintos por doquier, y por los alrededores de la ciudad y del valle
del rio Urubamba había un montón de restos de recintos. Ya fueran recintos
sagrados o moradas para los reyes Incas, todos tenían como característica
principal los enormes bloques de piedra utilizados y la precisión milimétrica
con que fueron encajados. Es de suponer que en todos ellos se empleó la misma técnica
de construcción.
Inmediatamente me vino una pregunta a la mente. Si
cada una de aquellas edificaciones se construyó a base de la fuerza de miles de
brazos, ¿Cuántos miles de hombres se supone que tuvieron que trabajar en todo
el conjunto de la zona? ¿De dónde salieron tantos hombres?
Algunos cronistas hablan de que se pudo tratar de
esclavos. Pero todo y con eso, ¿de cuántos miles estaríamos hablando? Una
barbaridad, supongo…
Pero vamos a ver. Entiendo que tuvo que haber
muchos hombres trabajando a la vez para tallar, arrastrar y encajar todas
aquellas piedras. También entiendo que, si según todas las investigaciones no
se ha hallado nada más que herramientas de piedra y cobre, se suponga que esos
debieron de ser los únicos materiales de que se disponía en aquella época.
Y aun suponiendo, que ya es mucho suponer, que se
hubieran empleado para ello a todos los presos de las numerosas batallas en que
constantemente estaban enzarzados. Suponiendo que todos los habitantes de
Cuzco, que en aquella época eran muy
devotos y muy dispuestos a cumplir con todos los deseos de sus reyes y
sacerdotes, se ofrecieron para trabajar en esas construcciones. Y finalmente,
suponiendo que, de los 125.000 habitantes que más o menos tenía Cuzco en
aquella época, unos sesenta o setenta mil, o sea la mitad más o menos, se dedicaron
exclusivamente a trabajar en alguna de esas monumentales obras... ¿Quién
cultivaba las tierras, o las minas, o fabricaba las herramientas necesarias,
las vestimentas, o las casas donde vivían? Si de los ciudadanos que quedan y
que no están trabajando en esas obras, quitamos a los dirigentes y a los
sacerdotes, que no trabajan en nada, los ancianos, los niños pequeños, los
enfermos... ¿Qué queda? ¡Las mujeres, claro! ¿Y qué se supone que tengo que
pensar, que las mujeres solitas cultivaron y cosecharon comida suficiente para
toda la población y para todo el año? Que además de trabajar duramente la
tierra, con unos sistemas que por lo abrupto del terreno no permite ni el paso
de animales para ayudarlas, y a una altura de 3.700 metros donde es muy
difícil respirar, además de criar a los hijos, preparar la comida para la
familia, cuidar del ganado que casi todos poseen... Además de todo eso...
¿Tuvieron que preparar la comida de los 60.000 ó 70.000 hombres que trabajaban en la
construcción de los templos, palacios y fortalezas? Porque es de suponer que
aquella gente también tendría que comer, ¿No? ¿También ellas tejieron y
elaboraron las vestimentas de todos? Y ya de paso quizás también eran las que
fabricaban los kilómetros y kilómetros de cuerdas que se necesitaron, tallaban
las piedras para construir los miles de martillos y cuñas que se utilizaron,
eran alfareras, carpinteras y todo aquello que hiciera falta…
Y todo ello teniendo en cuenta, para acabar de
rematarlo, que en Perú hay dos estaciones muy bien diferenciadas. La estación
seca, que se corresponde con su época invernal, y la estación húmeda, que se
corresponde con el verano y en la que las lluvias son muy frecuentes, con lo
que muchos días no se podría trabajar.
Dudo mucho que se pudiera construir nada durante
las estaciones húmedas. Llueve casi cada día, el suelo se vuelve peligrosamente
resbaladizo, y casi con toda seguridad
resulta imposible intentar arrastrar esas desmesuradas piedras. Además, los
ríos se convierten en pasos totalmente infranqueables, y muchas veces, las
canteras están a varios kilómetros de distancia de las obras, como es en este
caso, y hay que atravesar uno o más ríos en su transporte...
Me pasé mucho rato observando detenidamente y desde todos
los ángulos posibles aquella sorprendente construcción de Sacsayhuamán. Cuanto
más me fijaba en sus más minúsculos detalles, más y más preguntas se agolpaban
en mi cabeza. Por ejemplo, en muchas piedras pude observar una serie de
muescas que ya empezaban a traerme de
cabeza. Eran unos pequeños cuadraditos de poco más de un par de centímetros
cuadrados de superficie y apenas uno de profundidad, junto a los bordes, en
bajorrelieve. Y por otra parte, también pude observar que algunas piedras
mostraban unas pequeñas protuberancias, como unos pequeños pomos o salientes de
unos dos centímetros.
Lo que no podía entender de ninguna de las maneras era el
hecho de que, ni las muescas ni las protuberancias, no guardaban ningún orden
ni ninguna correlación con nada. Sencillamente había piedras que tenían
muescas, otras tenían protuberancias, algunas tenían las dos cosas, y alguna no
tenía nada de nada. Estas señales se podían ver por todos sitios. En piedras
muy pequeñas, en las más grandes, en la parte alta de los pocos muros que se
mantenían en pié, o a ras de suelo. Podía haber centenares de piedras juntas
con estos curiosos grabados, en un área muy concreta, y otra área de la misma
construcción donde no había nada de nada. Por más que me esforcé, intenté
hallar alguna mínima relación que las uniera, pero fue en vano.
Luego recordé que, estas mismas marcas y salientes, los
había visto en todas las antiguas construcciones que había visitado.
Y de nuevo recurrí al sufrido guía que, en cuanto me vio
avanzar hacia él, empezó a esgrimir su deslumbrante sonrisa y a negar con la
cabeza, sabedor de que iba directa a él, a seguir poniéndole en un aprieto con
mis preguntas.
-¿Qué pasa ahora?- me
preguntó muy educadamente pero preparado para aguantar mi ataque.
-Nada en particular... Solo que he observado unas muescas y
una especie de pequeños pomos en las piedras a los que no puedo encontrar
ningún sentido...
-Ah, eso... Lo cierto es que no hay ninguna respuesta
científica al respecto. Unos dicen que pueden ser muescas utilizadas durante la
construcción para meter cuñas, otros que sirvieron para encajar posibles placas
de otro material, incluso tal vez de oro, a modo de cobertura, y muchos se
limitan a encogerse de hombros. En cuanto a las pequeñas protuberancias... pasa
exactamente lo mismo. Muy posiblemente fueron empleadas para que no se
resbalaran las cuerdas que ataban a las piedras durante su largo y penoso
traslado desde las canteras – cosa que me parece ilógica, si tenemos en cuenta
que las más grandes son completamente lisas - . Los hay que incluso han llegado
a afirmar que podrían haber sido pequeños relojes solares, o calendarios, para
controlar los equinoccios o las estaciones... Tampoco en eso se pone nadie de
acuerdo...
Un montón de dudas y enigmas por resolver.
A cada respuesta, más preguntas se agolpaban en mi mente, a la espera de que algún nuevo descubrimiento aporte un poco de luz a tanta oscuridad.
A cada respuesta, más preguntas se agolpaban en mi mente, a la espera de que algún nuevo descubrimiento aporte un poco de luz a tanta oscuridad.
He de reconocer que aquel viaje estaba resultando mil veces
mejor de lo que me había imaginado, y me dí cuenta de que aún somos unos pobres ignorantes en relación a la Historia de la Humanidad, y que no debemos cerrar los ojos ni la mente ante lo que desconocemos.
Y que conste que jamás he pensado que hubieran intervenido extraterrestres ni nada parecido. Pero, como en otros muchos de estos enigmas, sigo diciendo que algo no encaja. Lo que sí creo es que la historia de la humanidad, tal vez se tendría que escribir de nuevo.
Y que conste que jamás he pensado que hubieran intervenido extraterrestres ni nada parecido. Pero, como en otros muchos de estos enigmas, sigo diciendo que algo no encaja. Lo que sí creo es que la historia de la humanidad, tal vez se tendría que escribir de nuevo.
Era ya casi mediodía cuando dejamos aquel misterioso lugar, y creo que una parte de mi corazón se quedó ahí, engarzado en aquellas enormes piedras que pregonaban algo que de momento nadie puede, o no se atreve, a oír.
Hay muchos enigmas en nuestro pasado que piden ser estudiados y tenidos en cuenta.
ResponderEliminarTanto por ver, pero tan poco tiempo para hacer.
ResponderEliminarEs muy interesante todo aquello que planteas, y es cierto, hay mucho por descubrir de Sacsayhuamán al igual que de muchas otras construcciones. Gracias por haber dado un espacio en tu blog a esta maravillosa construcción del Tawantinsuyu. Saludos desde Perú. Neiser
ResponderEliminarMuchas gracias, Neiser.
EliminarPerú es un gran país, con una cultura y una civilización muy antiguas.
Y no podemos hacer oídos sordos a esa voz que clama que todos estos enigmáticos restos encierran un origen incierto
Hola, extraordinario blog, te felicito. Hay muchos enigmas no solo de esta fascinante cultura, sino de toda la historia de la humanidad, interesante ver tu proceso de preguntas y respuestas. Se escucha historias fascinantes de personas que saben mucho mas, pero que callan, pues se les cataloga de frente como "tonta, lunática, mentirosa". Los incas, y demás civilizaciones del pasado, parecen tener un punto de partida, en que se sabia mucho mas que ahora, pues nos hemos limitado a ver con los ojos nada mas. Suerte, felicitaciones y gracias por compartir tu vivencia.
ResponderEliminarMuy bueno Clara. Muy bien explicado, haciéndonos partícipes de tus dudas acerca de quienes fueron los constructores, que también son las mías. Excelentes reflexiones ante tales enigmas, que esperamos que algún día queden resueltos, aunque lo dudo.
ResponderEliminarUn cordial saludo.