Una imagen cada vez más habitual, por desgracia. |
Y lo que nos queda...
Más privatizaciones en sanidad, en busca de que quien la necesite (y pueda, claro), la pague. O se muera.
Enseñanza cada vez más cara y con menos becas, para que los que tengan capacidad (y puedan, claro), la paguen. A los demás, que les den. A los dirigentes les interesa que las masas sean ignorantes.
Justicia... ¿Se le puede llamar justicia, a eso? Hasta ahora había el derecho de defensa y protección recogido en la mismísima Constitución. Ahora ya sólo queda la indefensión. Una gran frase, que no es mía, lo ilustra a la perfección: "Cuando el dinero habla, la justicia calla..."
¡Uuuuf! ¡Pobrecillos! Menuda carga. Me dan una pena... |
Si veo la tele me pongo a temblar.
Leo el periódico y me deprimo.
Hablo con la gente y me dan ganas de llorar...
Y me pregunto... ¿Hasta cuando? ¿Hasta cuando podrá aguantar la gente?
Una amiga me dijo: "Mientras el pueblo tenga algo que perder, no hará nada"
Pero... ¿Es que aun queda algo que perder?
Su respuesta fue rotunda.
"Pues claro que sí. La gente sale de fin de semana, va al cine, al restaurante, se compra ropa, se gastan dinerales en bodas y celebraciones... Mientras se pueda ir haciendo todo esto (algunos más que otros), la gente no hará nada. Cuando nadie pueda ir al cine, al restaurante, o salir un fin de semana. Cuando tengamos que calentarnos a tortas por no poder pagar la calefacción, cuando comprar un pollo quede restringido a las grandes celebraciones... Es entonces que no tendrán nada que perder..."
Y yo pienso... Mal asunto si tenemos que esperar a que la cosa esté tan jodida como para llegar al extremo que me comentó mi amiga.